Obra de Manuel Belgrano

Un primer Plan de Operaciones

 

 

Casi desconocido es el Plan de Operaciones Generales, redactado en los primeros días de gobierno patrio por Manuel Belgrano. La aplicación de estos grandes temas a la difícil realidad de aquel tiempo, correspondería a quien amoldase el articulado belgraniano. Esa tarea fue encomendada por la Junta a Mariano Moreno.

Mucho se ha discutido a lo largo de doscientos años en lo referente a si Moreno cumplió o no con su cometido, si en medio de la lucha que a poco se hizo visible entre Jacobinos (unitarios) y Girondinos (federales), fue necesario el plan, y si la versión que hoy disponemos es auténtica. En medio de toda esa hojarasca, muy poco se ha opinado sobre el dispositivo de Manuel Belgrano, que sintetiza magistralmente los conflictos que se tenían entonces a la vista y anticipa las fricciones con Orientales, también con portugueses primero y brasileros después, la necesidad de conservar Potosí, el arbitraje permanente de la corona británica, y bastante más.

El 15 de julio de 1810, Belgrano informó a la Junta sobre el trabajo que se le había encomendado:

Excelentísima Junta Gubernativa: En el estado de las mayores calamidades y conflictos de estas preciosas provincias; vacilante el gobierno; corrompido el despotismo, por la ineptitud de sus providencias, le fue preciso sucumbir, transfiriendo las riendas de él en el nuevo Gobierno Provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, quien haciéndose cargo de la gran máquina de este Estado, cuando se haya inundado de tantos males y abusos, destruido su comercio, arruinada su agricultura, las ciencias y las artes abatidas, su navegación extenuada, sus minerales desquiciados, exhaustos sus erarios, los hombres de talento y mérito desconceptuados por la vil adulación, castigada la virtud y premiados los vicios; últimamente, cuando destruidos todos los canales de la felicidad pública, entró a conocer en el fondo de sus contagios, deseoso de sacrificar sus conocimientos y sus fuerzas físicas e intelectuales, para cortar de raíz estos males que se tocaban ya con las manos, y hacer entrar a los perturbadores en el orden de sus deberes, en virtud de la confianza que los pueblos habían depositado en los representantes del nuevo gobierno cuyos sagrados objetos fueron de su desvelo. Entonces, agobiado por un trabajo incesante, nunca perdió de vista aquellos más principales, para en oportunidad mas propia como de la mayor consideración; y sólo se ocupó de las primeras necesidades del Estado, hasta poner a cubierto la dignidad y decoro del nuevo gobierno, como la seguridad y salud pública, con el ejercicio de la restauración de los legítimos derechos de la libertad de los pueblos. Estos fueron los primeros pasos que indispensable se obligó este gobierno a poner en ejecución para inspirar a los pueblos, más y más, la confianza que habían depositado en sus representantes, y combinar después los demás planes, concernientes a los fines de su instalación. En este estado, cuando el Gobierno tomó las riendas de su manejo, se vio precisado a dictar diariamente providencias unos en otros, sin tener un plan formal que rigiese por un orden político las operaciones de la grande obra de nuestra libertad; y en consecuencia, existiendo las circunstancias , por reduplicar más y más leas necesidades y cuidados de este gobierno, se nombró una comisión secreta, para que represente un plan de proposiciones especulativas, que dirijan en parte con arreglo a sus instrucciones políticas, las operaciones de su conato y deseo. Además de los puntos que se previenen, podrá la comisión extender sus vastos conocimientos, hacia las demás máximas conducentes al desempeño de nuestros deberes y consolidación del sistema de nuestra causa, cuyos puntos, según y como van nombrados, son los siguientes:

 

ART 1°. En primer lugar, la conducta gubernativa más conveniente a las opiniones públicas y conducentes a las operaciones de la dignidad de este gobierno.

 

ART 2°. El medio más adecuado y propio a la sublevación de la Banda Oriental del Río de la Plata, rendición de la plaza de Montevideo y demás operaciones a este fin.

 

ART 3°. El método de las relaciones que las Provincias deben secretamente entablar en la España para el régimen de nuestra inteligencia y gobierno.

 

ART 4°. La conducta que sea más propia y debemos mantener con Portugal y con el gabinete de Inglaterra.

 

ART 5°. Las comisiones que deben entablarse secretamente por nuestros agentes en lo interior, y demás provincias dependientes de este gobierno para consolidación de nuestro sistema.

 

ART 6°. Los arbitrios que deben adoptarse para fomentar los fondos públicos, luego que el Perú y demás interior del Virreinato sucumban para los gastos de nuestra guerra y demás emprendimientos, como igualmente para la creación de fábricas, ingenios y otras cualesquiera industrias, navegación, agricultura, etc.

 

ART 7°. Las relaciones secretas que nuestros agentes y emisarios deben desempeñar en los países extranjeros como Portugal e Inglaterra.

 

ART 8°. Las comisiones y clases de negocios que nuestros agentes y emisarios deben entablar secretamente en las provincias de Brasil para sublevarlas, haciéndolas gustar de las dulzuras de la libertad y derechos de la naturaleza.

 

ART 9°. Los medios que deben adoptarse, cuando estando consolidado y reconocido por la Inglaterra, Portugal y demás principales naciones de la Europa el sistema de nuestra libertad; y cual debe ser el fin de sus negociaciones entonces en las provincias del Brasil, con relación a la conquista de todo el Río Grande y demás provincias de dicho reino.

 

Es cuanto se me ofrece representar en cumplimiento de la comisión que para el efecto se me instruyó. Dios guarde a VE muchos años. Buenos Aires, 15 de julio de 1810. Doctor Manuel Belgrano. Es copia, etc, etc…

 

El subrayado es nuestro. Fuente: Academia Argentina de la Historia: Historia de la Nación Argentina.

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